Souvenirs, medicina, rituales, amuletos… Estos son unos de los tantos finales que tienen cientos de animales que son extraídos para siempre de sus hábitats.
Por Andrea Ramírez-Gastón L.
Tras la pandemia, el turismo se ha visto terriblemente afectado; por ejemplo, el flujo de turistas internacionales disminuyó más de 96% en comparación al del 2020. Sin embargo, este siempre ha sido una de las principales actividades económicas del país. Pese a su importancia a nivel social y económico, el turismo provoca la subsistencia de uno de los negocios ilícitos más dañinos y rentables del mundo: el tráfico ilegal de animales.
LA DICOTOMÍA DEL TURISMO
¿En qué piensas si escuchas la palabra “turismo”? Probablemente en cultura, economía, trabajo, reconocimiento; pero, ¿qué pasa con el maltrato, vulnerabilidad, extinción y muertes que este mismo provoca?
Por ejemplo, en la Amazonía Peruana, así como en muchos países de Latinoamérica, se practican rituales chamanísticos con ayahuasca, una medicina natural ancestral. Según algunas creencias sobre esta (aunque investigadores del estudio publicado en Conservation Science and Practice usan el término “marketing de ayahuasca”), los amuletos de partes de jaguar son un tipo de potenciadores espirituales. Esto provocó un aumento considerable de la caza furtiva de jaguares.
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"EL TRÁFICO ESTÁ VINCULADO FUERTEMENTE A LA DEMANDA"
Nos comunicamos con el especialista Jorge Luis Martínez, miembro de WCS (Wildlife Conservation Society), ONG internacional dedicada a la conservación y protección de la fauna y ecosistemas. Él mencionó que el factor cultural es una de las problemáticas más fuertes en asuntos de tráfico y a la vez, la más difícil de atacar.
Las creencias culturales motivan el uso de partes de jaguar o el consumo de extractos “afrodisíacos” y por añadidura, una cadena de maltrato que termina colocando a muchas especies en estados críticos. Por ejemplo, el jaguar está categorizado como Casi Amenazado.
Plan Jaguar 2030
Es una de las medidas de conservación y protección de la especie. Entre los involucrados en su elaboración están WWF (World Wildlife Fund) y WCS.
Este Plan incluye la iniciativa de los 30 países prioritarios para el jaguar, incluido Perú. Además, se está elaborando el Plan Nacional de Conservación del Jaguar, anunciado en 2020 durante el contexto del Día Internacional del Jaguar.
OTROS DESTINOS
¿Cuántas veces te has cruzado en Internet con fotos de personas posando con animales exóticos? Lo más probable es que esas personas estén fomentando el tráfico ilegal de animales sin siquiera saberlo, porque usar especies para atraer turistas es uno de los tantos motivos de la comercialización.
El coleccionismo y la exhibición también son protagonistas. Perú cuenta con más de 400 especies de reptiles, según The Reptile Database. Y no solo se enfrentan a los primeros conflictos, sino también a la industria de pieles, mercados de mascotas, consumo de su carne, fines científicos, etc.
WCS y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, SERFOR, y otras organizaciones dedicadas a la conservación de la fauna, desarrollaron una campaña digital (2018) sobre la compra de animales exóticos, “Si compras, eres cómplice”. Sobre esto, Jorge Luis Martínez mencionó que tras 2 o 3 años de la campaña, se le hizo una evaluación y no hubo un cambio significativo en cuanto al conocimiento de la gente sobre la ilegalidad de la venta de animales. De esto se desprende que la desinformación también es una gran problemática para el freno de la venta de animales como mascotas.
Reportes al WhatsApp: wa.link/fjwnhg
Denuncias vía Aplicativo web: http://appweb.serfor.gob.pe/alertaserfor/
MERCADO DE BELÉN, IQUITOS
Es el mercado al aire libre más grande de venta de animales silvestres en la Amazonía Peruana. Muy aparte de ser un foco de enfermedades, debido a que no existen las medidas adecuadas de salubridad y ponen en venta a animales vivos y muertos de diversas especies, este centro es una de las claras muestras del gran problema del tráfico en nuestro país.
La World Animal Protection realizó un informe sobre el peligro de la venta ilegal de animales en mercados contra la salud pública y en este mencionó que los animales ofertados como mascotas viven en precarias condiciones; pero también hay más evidencia de que el tráfico está muy ligado a las creencias culturales. Por ejemplo, se venden partes de delfín para crear perfumes de “seducción”; garras de perezosos, para “controlar a los hombres celosos”; colas de armadillo, para el dolor de oído; etc. Los vendedores operan mediante el cambio de sitio de venta, por lo que las autoridades nunca tienen certeza precisa de dónde pueden realizar fiscalizaciones o intervenciones.
SIN RETORNO
La excepción es la liberación, lo más común, por todas estas dificultades que hay, es que las especies provenientes del tráfico tengan que vivir en cautiverio el resto de sus vidas.
Según lo conversado con WCS con respecto a la reinserción de los animales a su hábitat, se llegó a la conclusión de que en realidad esta medida es inusual; ya que al rescatar a especies traficadas, hay varios factores que imposibilitan su regreso a la naturaleza. Por ejemplo, al encontrar diferentes especies, se desconoce las posibles enfermedades que se han transmitido y pueden contagiar, el estilo de vida y comportamiento de los animales totalmente cambiados al permanecer en espacios reducidos como jaulas o cajas para ser transportados. Es por ello que el final de la gran mayoría de los animales rescatados es el cautiverio. Para ello existen diferentes centros especializados como refugios, zoológicos, centros de rescate, entre otros. Sin embargo, la cantidad de animales fuera de su hábitat y vulnerables supera al espacio con el que cuentan estos centros.
La fauna peruana se encuentra en una situación crítica. Actualmente cuenta con más de 300 especies en situación de amenaza. La raíz de esta problemática es el comercio ilegal y este no ha parado ni siquiera por la pandemia; es más, durante este tiempo, la modalidad se adaptó a la digitalización y las ofertas de animales se estuvieron dando por redes sociales, según SERFOR.
El turismo ofrece al mercado una gran demanda para el consumo de animales exóticos; esto provoca que el tráfico ilegal continúe siendo uno de los delitos más cometidos y nocivos para nuestra biodiversidad. El Gobierno y el rubro turístico deben encargarse de promover al turista la suficiente información y guía para que conozca la situación de los animales amenazados en Perú, y para que sepan de qué formas se traduce el maltrato a estas especies debido al comercio: interacción con humanos, fotos, souvenirs, medicina natural, bebidas afrodisíacas, pieles, etc.
Fuentes:
- Jorge Luis Martínez, miembro de WCS (Wildlife Conservation Society)
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