L@TINOAMÉRICA VIRTUAL

En 2020, luego de la llegada del COVID – 19 a Latinoamérica, la educación sufrió una transformación radical y acelerada que dejó en evidencia una profunda brecha digital preexistente.

Por: Andrea Ramírez Gastón

Entre 2013 y 2018, el e-learning tuvo una alza anual de 9.7%; entre todos los países latinoamericanos, Perú destaca con el puesto 4 y una tasa de crecimiento de 18%. Aunque el principal motivo de este crecimiento es el porcentaje de la población con acceso a Internet, solo un 47.1% del total de hogares cuenta con servicio de Internet, según encuesta del INEI del 2021.

Reinvención educativa tras la pandemia

Tras la suspensión de las clases presenciales, los sistemas de educación básica y superior han tenido que reinventarse y adaptarse a la formación a distancia: desde el lanzamiento de Aprendo en Casa hasta la gamificación (aprendizaje mediante juegos digitales) en las universidades. En 2008, la UNESCO lanzó un documento, “Marco de competencias de los docentes en materias de TIC”, para capacitar a los profesores en cuanto a sus competencias para el uso de tecnología; no obstante, el 55% de los profesores del país, los principales responsables de la educación, no contaban con habilidades digitales. Por ello, a comienzos de la pandemia, el gobierno se vio en la obligación de lanzar continuas capacitaciones para profesores y recursos que faciliten esta transición educativa.

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Por ejemplo, en mayo del 2020, Minedu organizó el I Congreso Conectados, plataforma virtual que tiene como objetivo fomentar y contribuir al e-learning mediante charlas, talleres, recursos didácticos, guías, etc. También lanzó la plataforma “PerúEduca Web” para que docentes y alumnado accedan a herramientas digitales. La DREC (Dirección Regional de Educación del Callao” también lanzó una programa para capacitar a los docentes en el manejo de tecnología, “Callao Digital”. También este año Minedu inició la convocatoria para participar en el Programa para la Mejora de los Aprendizajes dirigido a la educación básica.

Minedu y BID lanzaron un programa junto a la Universidad Pontificia Católica del Perú en el 2020, en el que esta brinda soporte técnico y metodológico para el desarrollo de más de 200 cursos modelos a docentes y especialistas de 7 universidades públicas (la Universidad Nacional Diego Quispe Tito (Cusco), la Universidad Nacional de Música (Lima), la Universidad Nacional Daniel Alomía Robles (Huánuco), la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (Iquitos), la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (Ayacucho), la Universidad Nacional del Centro del Perú (Junín) y la Universidad Nacional de Huancavelica (Huancavelica).

Barreras socioeconómicas

La educación virtualizada podría considerarse una gran innovación y oportunidad; sin embargo, sistemáticamente la pandemia ha imposibilitado el acceso a servicios como el de la educación, debido a todas las brechas que aquejan a la población.

La educación virtual se ha llevado a cabo mediante plataformas digitales, aplicaciones de videoconferencia, mensajería instantánea y correos electrónicos, TV y radio (educación básica, Aprendo en Casa). De esto se desprende que un alumno universitario necesitaría acceso a TICs, cobertura a Internet, velocidad de conexión y servicio de alumbrado.

Un informe de CEPAL menciona que la cultura digital no solo implica el uso y dominio de los dispositivos tecnológicos, sino también el de las habilidades requeridas para el manejo de estos; es por este motivo que la educación a distancia se convierte en una fuente más de desigualdad y exclusión entre las generaciones nativas digitales y las que siendo del mismo rango de edad, no han tenido acceso a las TICs desde su infancia o adolescencia.

Con respecto a lo mencionado anteriormente:

  • En Perú, el nivel de analfabetismo en personas mayores a 15 años en zonas rurales es del 14,5%, mientras que el de zonas urbanas es de 3,4%. En la Sierra hay una tasa de 9.9%; en la Selva, 7.3% y en la Costa, 3%.
  • Del total de hogares del Perú, 5% no cuenta con ninguna TIC, pero más del 60% de los hogares no contaban con una computadora.
  • Opecu (Organismo Peruano de Consumidores y Usuarios) informó que Perú ocupa el puesto 100 de 194 países en velocidad de Internet fijo. Y la ciudad que más destaca en velocidad de conexión es Lima.
  • Entre 2010 y 2017, el acceso a electricidad en zonas rurales creció de 58.6% a 81.4% y en zonas urbanas, de 98.1% a 98.9%

Tras la pandemia los índices de violencia familiar aumentaron: durante la cuarentena hubo 21 feminicidios, 14 tentativas de feminicidios, más de 39 000 llamadas a la línea 100 por violencia familiar (20% fueron realizadas por un niño o niña) y más de 500 mujeres desaparecidas (incluyendo menores de edad). Esta realidad, además del aumento de problemas psicológicos en los estudiantes por el contexto de la pandemia - considerando que no todos tienen la posibilidad de acudir a un especialista de la salud mental -, crea una brecha de desigualdad más amplia en cuanto a la educación virtual.

En Perú, el nivel de analfabetismo en personas mayores a 15 años en zonas rurales es del 14,5%, mientras que el de zonas urbanas es de 3,4%. En la Sierra hay una tasa de 9.9%; en la Selva, 7.3% y en la Costa, 3%.

Para aminorar esta problemática, Minsa lanzó el Plan de Salud Mental 2020 - 2021 en el cual se data que la inversión de este año en salud mental fueron más de 334 millones de soles. Las universidades e institutos también han captado la necesidad de atención psicológica de la comunidad estudiantil, es por ello que muchas de ellas han lanzado soportes psicológicos en sus plataformas digitales para que su alumnado tenga acceso gratuito a sesiones con  psicólogos.

Entre las más destacadas recomendaciones de la UNESCO, y otras organizaciones que tienen como fin disminuir la brecha digital que afecta negativamente en la educación de millones de jóvenes, destacan las capacitaciones en uso TICs a alumnos y docentes y la promoción de equipamiento tecnológico por parte del Estado.

El e-learning desde una perspectiva general ha potenciado las desigualdades que existían desde mucho antes de la pandemia. De este modo, la educación virtual, siendo la educación un derecho fundamental, se transcribe como un nuevo privilegio entre los niveles socioeconómicos. El Gobierno tiene la responsabilidad de detener el crecimiento de la brecha digital mediante la inversión en educación, el análisis demográfico de la comunidad estudiantil y la adaptación del nuevo sistema educativo según las necesidades del alumnado.

Copyright © 2015 Alicia Bruce

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