CARLOS SAAVEDRA: FALLECE EL PRIMER PERIODISTA QUE FOTOGRAFIÓ A VLADIMIRO MONTESINOS
Carlos Saavedra Soria tenía 83 años cuando falleció el pasado sábado 4 de marzo. Entre otras grandes fotos, la más conocida es la que le realizó en 1983 al entonces ex capitán del Ejército, Vladimiro Montesinos, quien se desempeñaba como abogado de militares acusados de tener vínculos con el narcotráfico. La responsabilidad de esa investigación recaía en manos de Gustavo Gorriti, actualmente director de Idl-Reporteros. En las siguientes líneas, reproducimos una breve entrevista realizada por ese medio a Carlos Saavedra en el 2010 y una historia inédita de cómo 28 años después volvió a fotografiar a Montesinos.
Por: Redacción.
(*) Entrevista aparecida en: https://www.idl-reporteros.pe/el-ninja-de-la-fotografia/
¿Cómo empezó a trabajar como fotógrafo?
Fue en Caretas en 1975, en la revista Espejo con Doris Gibson. Mi primer caso de seguimiento fue a Vladimiro Montesinos en 1983. Lo seguí por tres días. Un día antes de hacer la foto estuve disfrazado de limpiador de autos.
La persecución fue como una serie de la época ‘Las calles de San Francisco’, los chirridos, los frenazos, su carro de ocho cilindros y el mío de cuatro. Me quedaron en la mente los golpes de timón y las calles pequeñas aledañas a la avenida Colonial. En vista de que no podía alejarme, me metía a calles desconocidas para mí en el Callao. Fui a la comisaría para buscar un resguardo y mientras escondía los rollos de color, se adelantó y me dijo que me detuviera. Le sorprendió que vaya a la comisaría. Lo bueno es que después de la gran carrera vino la gran foto.
Él no sabía por qué le tomaba fotos y me preguntó “¿Por qué los de Caretas me quieren tomar fotos? Ellos son mis amigos”. Luego me invitó a almorzar –estaba acompañado de mi esposa Delfina–, diciendo “es la hora de almuerzo ¿no quieres un cebichito?”, y le respondí, no ni hablar. En eso, Delfina fue a buscar un teléfono para llamar a Caretas y habló con Gustavo Gorriti –quien había pedido la foto– y le contó lo que pasaba. Le pregunta: “Dice Montesinos que por qué le toman fotos” y Gorriti responde que le diga a Montesinos que “compre la revista el lunes para que se entere”.
¿Qué características debe tener un fotógrafo que se especializa en seguimientos?
Tener mucha paciencia, calma y no desesperarse. Hay seguimientos que toman dos horas, y yo feliz, pero la mayoría demoran tres días en promedio.
Siempre viajo en mi carro viejito y siempre paro solo porque no me gusta colgarme la cámara al cuello y gritarle al mundo que soy fotógrafo. La paciencia es una virtud indispensable pero también algo de suerte, porque espero hasta que consigo.
SE CIERRA UN CICLO
A inicios del 2011 Carlos Saavedra tuvo una nueva, y última, oportunidad de fotografiar a Vladimiro Montesinos. Patricia Caycho, entonces periodista de la unidad de investigación de la revista Caretas, había acordado una entrevista epistolar con Montesinos, preso en la prisión de máxima seguridad de la Base Naval del Callao.
Se avecinaban unas complicadas elecciones donde Keiko Fujimori y Ollanta Humala encabezaban las preferencias y conocer lo que Montesinos sabía de ambos candidatos era vital.
Era de rigor fotografiar a Montesinos. En Caretas: “la foto manda”, es por ello que se acordó con el ex asesor que se le fotografiaría durante la audiencia de uno de sus múltiples juicios. Como no podía ser de otra forma, la periodista pidió a Carlos Saavedra que fuera él quien lo fotografiara para así cerrar un círculo abierto en 1983.
Carlos, Carlitos, aceptó con su eterna sonrisa. El día señalado, Carlos se presentó en la sala de audiencias de la Base Naval del Callao muy temprano. Esperó a que los magistrados, fiscales y abogados tomaran asiento. Al final, un impecablemente vestido Montesinos hizo su ingreso. Tenía una hoja de papel entre sus manos. Miró a Carlos y, con una discreta sonrisa, le hizo un saludo con la cabeza. Saavedra hizo lo propio. Viejos conocidos a quienes los vaivenes del destino volvía a juntar.
De pronto, Montesinos desplegó su papel ante el lente de Saavedra. A puño y letra decía: “Estimada señorita Caycho. Presente”. Una prueba palpable de su disposición a responder el cuestionado que le envió la periodista días antes. Pero las respuestas nunca salieron de la Base Naval. Al parecer, un avispado guardia interceptó el documento y lo decomisó, quedando en el misterio lo que Montesinos había decidido contar, sobre Keiko Fujimori y Ollanta Humala.
Pero Saavedra se sentía satisfecho. Había logrado fotografiar nuevamente a Montesinos sin saber que sería la última vez.
La muerte encontró a Carlos Saavedra la noche del sábado 4 de marzo luego de luchar por varios años contra los avatares de la vejez. Queda su trabajo, su amistad, su trayectoria. Adiós Carlitos.